Los españoles crecemos pensando que del cerdo, hasta los andares. Y llegamos a mayores con una irrefrenable tendencia a pregonar las virtudes del cerdo ibérico. Pero, esta pasión tan nuestra, puede jugarnos malas pasadas en un mundo cada vez más globalizado.
Cuando seamos anfitriones de una comida a la que asisten personas de distinta nacionalidad es imprescindible que tengamos presente los posibles alimentos prohibidos por razones culturales y/o religiosas.
También debemos ser especialmente cuidadosos con el tema del vegetarianismo ya que, no todos siguen las mismas restricciones alimentarias:
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| la Reina de España es Pesco-Vegetariana |
Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas - JFK
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